sábado, 28 de junio de 2008

Los cronocrímenes, a las 7 y 35


De sobra es conocida ya la Odisea que ha vivido el director Nacho Vigalondo para ver estrenada su ópera prima ( ópera prima en cuanto a largometrajes, claro). A pesar de haber ganado premios en festivales tan importantes como el de Sundance o el de Austin, Los Cronocrímenes tenían distribución en los países de habla inglesa y no en España, donde fue producida la película. Esta situación ligeramente surrealista no ha hecho más que rodear al film de un aura de "exclusividad", de la emoción del no saber si jamás llegaríamos a ver la primera película del que es sin duda uno de los mejores directores que tiene ahora mismo nuestro país.
Dejando a un lado los 2 intensos años que han pasado desde el fin de rodaje hasta la fecha de estreno ( que podéis leer de mano del propio director en http://blogs.elpais.com/nachovigalondo ), conviene ahora hablar de la película.

Los cortos de Nacho Vigalondo se caracterizan por tener un elemento "friki", de la más castiza cultura carnavalesca disfrazada de humor surrealista de un nivel de inteligencia severamente superior que la media de las comedias españolas. En Los Cronocrímenes, Vigalondo abandona el terreno del humor ( aunque tiene sus/bastantes momentos de comedia made in Vigalondo) y se pasa a la Ciencia Ficción pura y dura, con una historia de viajes en el tiempo y crímenes que no sabemos si son causa o consecuencia de dichos viajes en el tiempo. Es difícil explicar la grandeza de esta película sin contar ningún spoiler ( que sin duda se cargarían el sentido de la película). Técnicamente, se nota ( y mucho) que el director cántabro viene del mundo de los cortos. Está rodada con un gusto increíble. La historia se va construyendo en un guión cargado de referencias a otras escenas del género y de personajes contra-estereotipados ( el científico loco es aquí un cántabro que se queda el fin de semana trabajando). En una historia que llega a ser bastante complicada, la capacidad de Vigalondo de hilar todos los cabos que se van soltando a tavés de los viajes en el tiempo es increíble. En ningún momento sientes que te pierdes ( sólamente cuando la historia requiere que así lo pensemos).
Las actuaciones no son ni mucho menos notables, pero al menos son correctas. Lo mejor, sin duda, es el propio Vigalondo. La ridiculez que gira en torno a su personaje es encarnada con una comicidad que sólo Nacho sabe conseguir.
Si hay algo que deba reprochar a la película es, sin duda, la música. No es que sea mala, es que está insertada de manera totalmente artificial. En medio de una escena de tensión considerable una canción parece "acabar" ( pero en plan ATENUACIÓN del Windows Movie Maker) y tras un segundo de silencio comienza otro tema diferente. Sólo agradezco que Vigalondo nos haya incluido una canción de Blondie para hilar los saltos en el tiempo. También cabe destacar que en algunos momentos parece que a la historia le cuesta arrancar, pero es sólo en un par de ocasiones que no empañan el brillante resultado.



En definitiva, no sé si es por el amor ( ya repetidamente confesado) que siento por este director, o porque la película comienza con un plano del parking un centro comercial archiconocido en Cantabria y en el que he visto la gran mayoría de películas de mi infancia, pero me ha parecido un comienzo increíble praa una carrera que esperamos tenga el apoyo de la industria. Ahora sólo espero que el remake americano de la película no incluya explosiones ni efectos especiales de última generación ( sé que es mucho pedir) y que el próximo proyecto de Vigalondo siga siendo tan románticamente bizarro como es este asombroso viaje en el tiempo.


La mejor escena:
En el primer accidente, con las vendas, la sangre y el extraño líquido blanco.

La peor escena:

Cada vez que aparece la momia rosa no puedo evitar sentir una leve vergüenza ajena, afortunadamente cuando vas introduciéndote en la historia, pasa de ser sonrrojante a simplemente desternillante.


pd- esto SÍ es Ciencia Ficción y no lo del señor Shyamalan

2 comentarios:

karlotinga dijo...

Esto sí es ciencia ficción y no la cutrez de Lost, querido havie

havie dijo...

De saber HAS que mi queridísimo director Nacho Vigalondo es un fan ACÉRRIMO de Lost. De hecho, cuando tuve el gran placer de entrevistarlo, hablé con él de diversas teorías sobre la isla.
Ay.